lunes, 17 de agosto de 2020

Danza "Cabeza de Cochino" (Pol k'eek'en)

En algunas comunidades indígenas y mestizas de la península de Yucatán, se ejecuta esta danza en un baile colectivo que en general, tiene un simbolismo ritual. 
En Quintana Roo, esta danza se conserva con singular aprecio y puede observarse en las fiestas patronales, principalmente en las dedicadas a la Santa Cruz. 

Previo a las procesiones, los participantes preparan su atuendo, cocinan y decoran sus cabezas de cochino y "las alegorías". 

En algunas iglesias de Cancún, he observado que los agremiados se reúnen fuera de ellas, mientras los músicos les esperan al interior del patio central. Una vez que dan el aviso de iniciar, el gremio entra jubiloso cargando en una charola la cabeza de cochino decorada con banderas de papel y listones de diversos colores. Las familias lo hacen en cumplimiento de una "promesa", ejecutando primero la melodía con el mismo nombre, después diversas jaranas y usualmente se culmina con el son "Torito".

En la modernidad, algunas iglesias hacen algún tipo de kermés durante la festividad u organizan alguna cena y vaquería para complementar.    


En este enlace podrás escuchar claramente la pieza musical y deleitarte la pupila con el colorido de la celebración https://www.youtube.com/watch?v=F4EDlsyzEnE

Fuentes: 
  1. Rosado Castro, María L. (2013). El Patrimonio Dancístico de Quintana Roo. Cancún, Quintana Roo: Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A. C. Delegación Quintana Roo.

Jarana Peninsular

 


Es el nombre con el que se reconocen la música y los bailes de la península de Yucatán. Surge en el siglo XVIII al fusionarse ritmos ibéricos con los sones indígenas mayas. 

Existen jaranas en compás musical de seis octavos 6/8 y otras en compás de 3/4. Las primeras, nietas de los aires andaluces, de vivo movimiento; las segundas, nacidas para ser valseadas, tienen aires de la jota aragonesa. 

La orquesta jaranera y la charanga, son los grupos encargados de ejecutarla. Saxofones, trompetas, güiros, flautas, clarinetes, bombo y timbales; son algunos de los instrumentos que se utilizan para interpretarla. 

El baile suele ser en pareja y consiste en un zapateado igual para hombres y mujeres. Cada bailador pone su creatividad y habilidad para mezclar diversos pasos y movimientos. 

"Los pasos combinan golpes o pisadas de metatarso y talón, así como elevaciones y cruces de piernas en distintos sentidos, los bailadores realizan giros entre sí y desplazamientos. Imitan el sonido de las castañuelas españolas al chasquear los dedos de las manos y con ello van marcando el ritmo de la pieza que están bailando" (Rosado, 2013). 

En cuanto a la indumentaria, la mujer utiliza el terno, rebozo, zapatos de tacón blancos y joyería de filigrana. Peinetas, flores y un moño de listón "cinta de agua", complementan su atuendo. El hombre, viste de color blanco, pantalón y camisa tipo filipina decorada con alforzas; calza alpargatas (sandalias de tacón alto, blancas, con adornos dorados o plateados). Usan paliacate y sombrero. 

La vaquería, que surge en las haciendas de la península durante la época colonial, es una remembranza de los fandangos españoles de mitad del siglo XX. 

En Quintana Roo, las vaquerías se hacen presentes en sus ciudades turísticas y no sólo la practican los peninsulares, sino que los migrantes establecidos aquí, han aprendido a bailar la jarana y la han adoptado como parte de sus tradiciones.  

Fuentes: 
  1. Rosado Castro, María L. (2013). El Patrimonio Dancístico de Quintana Roo. Cancún, Quintana Roo: Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A. C. Delegación Quintana Roo.

sábado, 8 de agosto de 2020

Danza de Pastores

También conocida como "danza de los abuelos", se trata de una manifestación ceremonial propia del catolicismo que se lleva a cabo durante las fiestas de la Natividad para honrar al niño Jesús. Suele realizarse del 24 de diciembre a los primeros días del mes de enero en los poblados de Sabán, Sacalaca y Tihosuco

Los mayas y mestizos de las poblaciones que la practican, visitan la iglesia y las casas circundantes representando personajes bíblicos aludiendo al bien y al mal. Los bailadores, son hombres que participan voluntariamente y suele ser en respuesta a alguna promesa religiosa. Ellos representan a Abraham, Isaac y Jacob. En esta representación no puede faltar el "travieso" Diablo y los músicos que les acompañan interpretando la maya pax jaranera. 

Fotografía tomada en la exposición
"Máscaras del México que danza, Espejo de identidad",
llevada a cabo en la Casa de la Cultura de Cancún,
en febrero de 2018.  

La indumentaria es sencilla pero sumamente simbólica ya que evoca tiempos bíblicos y lo que más llama la atención, son las máscaras que utilizan los pastores y el diablo. Las de los primeros, elaboradas por artesanos en maderas locales, cada una lleva tallado el nombre de cada profeta. El segundo, viste de rojo con una cola adherida al pantalón (no la usan todas las comunidades), y usa una máscara de cuero a la que se le forma una especie de hocico o trompa. 

Presenciar esta danza en la profundidad de las comunidades de Quintana Roo, es una fortuna, es un acto que torna el ambiente en místico y sagrado, que invita a reflexionar sobre el comportamiento que tenemos y sobre todo, invita a preservar y difundir la singular riqueza cultural que existe en nuestro maravilloso estado.   

Fuentes: 

  • Rosado Castro, María L. (2013). El Patrimonio Dancístico de Quintana Roo. Cancún, Quintana Roo: Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A. C. Delegación Quintana Roo.

  • Cruz, L. (2019). Tihosuco participó en la Guerra de Castas y está lleno de magia e historia. Agosto 08, 2020. De Luces del Siglo. Sitio web: https://lucesdelsiglo.com/2019/09/30/tihosuco-participo-en-la-guerra-de-castas-y-esta-lleno-de-magia-e-historia/

Jaraneros en Cancún

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