lunes, 7 de febrero de 2022

Jaraneros en Cancún

 Quintana Roo suena a ritmos indígenas mayas, a ritmos caribeños y a ritmos mestizos; ¡Quintana Roo también suena a jarana!

Si bien pueden observarse las tradicionales vaquerías en el estado, son eventos algo aislados, que se gestan en las regiones apartadas del centro de las ciudades y poblados. Al verlas, uno pensaría que su trasfondo es igual o similar al de los vecinos yucatecos y campechanos. 

Cabe señalar, que la primer Magna Vaquería llevada a cabo en el municipio de Benito Juárez, en la ciudad de Cancún, fue apenas en 2015 y a ella asistieron grupos jaraneros que viajaron desde Mérida, Valladolid, Chetumal, Felipe Carrillo Puerto, Kantunilkín, Cozumel, Leona Vicario, José María Morelos e Isla Mujeres.

En Cancún, tierra de todos, cualquier quintanarroense, peninsular, mexicano o extranjero, puede osar bailar la jarana y llenarla de sus propias particularidades.

Es difícil encontrar fuentes que describan específicamente el contexto, los símbolos, las tradiciones y costumbres en torno a la jarana que se ejecuta en este joven estado, sin embargo, desde hace algunos años, comienza a gestarse un interesante movimiento de observación, comprensión, apropiación, promoción y difusión en torno a este baile peninsular. 

El joven bailador y bailarín, Adrián Novelo, nos invita a seguirle los pasos (mejor dicho, los zapateados). 

Joven de ascendencia yucateca pero nacido en tierras norteamericanas, quien se topó con la danza folklórica mexicana siendo adolescente y también con las dificultades y prejuicios que ello implica.

Habría elegido estudiar danza en Zacatecas, pero las tradiciones, costumbres y paradigmas familiares, le negaron esa posibilidad y le persuadieron de dedicarse a una carrera “con más futuro”. Fue así como dedicó sus estudios profesionales a la Administración y el resto de su vida, al folklor.

Paralelo a la vida académica, Adrián perteneció al grupo de danza folclórica de la Casa de la Cultura de Cancún donde tuvo una trayectoria exitosa aprendiendo del gran profesor José Luis Yubi†, en el grupo representativo de la institución, Ballet Folklórico Misol-Ha.

Posterior a eso, participó en un grupo que animaba diferentes eventos de las iglesias en Cancún del cual se retiró por comenzar a percibir un ambiente distinto a sus intereses. Fue entonces, cuando encontró a la Mtra. Eugenia Solís, bailadora de jarana libre[1].

Ella lo motivó a visitar los diversos pueblos que conforman cuatro de las regiones del estado de Yucatán: oriente, centro, sur y noroeste[2]; para que él aprendiera de los jaraneros que aún preservan las más añejas tradiciones. Adrián señala haber notado diferencias interesantes en los zapateados, estilos y combinaciones de pasos, que observó en las diferentes vaquerías a las que, a la fecha, continúa asistiendo.


Ha sido afortunado pues, en sus propias palabras, los jaraneros del sur son muy celosos de sus costumbres y tradiciones, incluso se considera esta región como la cuna de jaraneros y capital de las guayaberas. De estas tierras, han surgido grandes campeones jaraneros.

Aunque dedicado a escenificar el folklor de diversas partes del país, Adrián no niega la pasión que siente por la tierra que le dio origen “me gusta mucho el folklor, pero amo Yucatán y amo la jarana”.  Inicia un comentario con un modesto tono de voz, con una sonrisa pícara, que pasa a ser una expresión que algunos pudieran tachar de “descarada” cuando me dice abiertamente: “Jalisco no debe representar a México, lo debe representar Yucatán”, primero enmudecimos y luego reímos a carcajadas.

En su búsqueda de espacios para desarrollar y compartir su pasión por la jarana, fue encontrando rinconcitos en Cancún donde se realizaban las vaquerías. Fue testigo de las vaquerías vallisoletanas[3] que se llevaban a cabo en la comunidad denominada Rancho viejo, las cuales, fueron paulatinamente desplazadas por las vaquerías dedicadas a la Virgen de Fátima.  

Desde su particular punto de vista ha observado que, donde más se respetan las tradiciones en torno a las vaquerías, es en Campeche; él dice: “ahí no se da nada, no se reparte nada, ni comida ni nada, hasta que se baila la cabeza de cochino[4]”. 

Dice que, en la mayoría de las vaquerías, ya no se observa la venta de vaqueras[5], tradición que consistía en invitar a bailar a las señoritas y al concluir una pieza, se les extendía una “gala” (aporte monetario).

De las anécdotas que con más entusiasmo compartió, se encuentra la referida al señor Don Raúl Caab, de 84 años, quien es conocido como “el ganadero de Espita[6]”. Don Raúl, a pesar de las inclemencias de la edad, trata de frecuentar las vaquerías manteniendo el rigor de las tradiciones que conoce. Desde su elegante atuendo, impecablemente blanco y bien planchado, se incomoda porque ya no suelen coronar las plazas o el tablado, y no da inicio a su danza, hasta que se han pronunciado los Aires Yucatecos[7]; es de los escasos caballeros, que aun otorgan un refresco, “antojito” o dinero a las bailadoras que lo acompañan, en símbolo de la “gala”.

Dentro de las exquisitas explicaciones que Adrián compartió, habló de la pérdida del protocolo para llevar a cabo una vaquería, de los hábitos perdidos en relación a la preparación del atuendo y los accesorios, que tiempos atrás, debían estar listos desde temprano, impecables, almidonados, organizados sobre la cama de las vaqueras quienes extendían junto a sus ternos las joyas que usarían ese día.


Explicando lo anterior, el joven Novelo, no deja pasar la oportunidad de mencionar una de las situaciones que recurrentemente generan debate entre las bailadoras y es que, el uso del lazo elaborado con “cinta de agua”, el tocado de flores y la peineta, han sufrido sutiles cambios que, con el tiempo, se han hecho evidentes. Ahora los prefieren mucho más grandes, coloridos y brillantes, y han tenido tanta popularidad, que incluso las abuelas, de las jóvenes bailarinas, jaraneras y/o bailadoras, los prefieren sobre los tradicionales. El sombrero con espejo que usaban las vaqueras, definitivamente ha caído en desuso y está quedando en el olvido la forma más auténtica de su uso y su función.

Desde la perspectiva del entrevistado, pareciera que los jóvenes ignoran totalmente el simbolismo de las vaquerías, quienes participan en ellas, aun en algunos de los poblados que vieron su origen, sólo se reúnen con fines recreativos, festivos y sociales[8].  Pueden asistir o no, a las misas vinculadas a esta tradición y antes, era casi una obligación.

            Hace 7 años, cuando Adrián llegó a las clases de la Mtra. Eugenia, se creó el grupo Azul-Ha, donde inició como aprendiz y del que actualmente comparte la dirección. En esta experiencia, ha participado en varias vaquerías de Cancún. Han instruido a niñas, niños, jóvenes y adultos[9] de diferentes orígenes (no necesariamente peninsulares), que sienten deseo de aprender jarana. En este momento de la charla, recuerda una anécdota que le dejó una gran lección de vida: deshacerse de los prejuicios.

Cuenta que un día llegó a las clases una mujer joven adulta, que portaba tatuajes y perforaciones, él pensó que no duraría mucho tiempo y actualmente, es de las más activas bailadoras del grupo[10].  

Han convivido con otros grupos cancunenses, de los que, si no recuerda mal, ha contabilizado 32, y que hasta ahora, se hacen presentes con más fuerza[11] en las vaquerías de la Península de Yucatán. Adrián confiesa sentir emoción cuando los jaraneros de los estados vecinos divisan al gremio Cancunense. Al parecer esto produce una agradable sorpresa en los demás participantes.


¡Cancún tiene jaraneros! Bailan a su estilo, con base en lo que dicta la jarana tradicional yucateca, aunque con sutiles diferencias. En palabras exactas de quien describe, compran la indumentaria en los lugares tradicionales, pero comienzan a introducir sus propios diseños, él y muchos más, en lugar de usar las técnicas tradicionales para trazar los dibujos que serían bordados, ahora pueden recurrir a ciertas aplicaciones para descargar e imprimir; con respecto al baile, “en lugar de brincar, deslizamos” y “ampliamos el terno para movernos mejor”, “rizamos un poco más el encaje”, “nos dicen payasos y que no estamos respetando su cultura”. Sin embargo, para Adrián, se está dando vida, a la jarana propia de Quintana Roo. 




Emocionado por la explicación, no pudo evitar ponerse de pie y mostrar las diferencias en el estilo yucateco y el cancunense.

 

 

 

 

 

 



[1] Fuera de academia, la Maestra, de origen yucateco, se dedica a enseñar la jarana distinta a la que se escenifica en los espectáculos por los ballets folklóricos, ella muestra lo que aprendió en su pueblo, de sus padres y abuelos, de su comunidad.

[2] En la historia de Quintana Roo, se ha señalado cómo, algunos mayas de estas regiones de Yucatán, se trasladaron a la espesa selva del centro de lo que fue el territorio y en su rebeldía dieron pie a la icónica Guerra de Castas.

[3] Provenientes de Valladolid, Yucatán.

[4] Es posiblemente, la danza más practicada y mejor conservada de la península de Yucatán (Rosado, 2013).

[5] Desde una opinión personal, retomando los campos y las corrientes de la etnología, esto posiblemente tiene que ver con las situaciones de género que se han ido desarrollando a lo largo de los años y cuyo simbolismo, no es propio de la modernidad. 

[6] Otra localidad del estado de Yucatán.

[7] Pieza musical que algunos consideran la pieza de apertura de las vaquerías.

[8] Que si bien, esto de algún modo siempre ha sido parte de las vaquerías, ha ido perdiendo la connotación religiosa. 

[9] Lo que sugiere, que no existe edad, origen, ni condición, que limite el interés por esta tradición.

[10] Supongo que es algo que parece insólito, una mujer que pertenece a cierto grupo o tribu, participando de las tradiciones y costumbres de la región.

[11] Diría que identidad y representatividad.

miércoles, 6 de octubre de 2021

Ritmos y bailes del Caribe Mexicano

La promotora y gestora cultural María L. Rosado, describe con encanto, cómo la influencia afrocaribeña ha sido acompañante de la construcción identitaria del Estado. 

De norte a sur, la rumba, el danzón, la trova, el calipso y el bruckdown, han sido del gusto de la población de Quintana Roo. Muestra de ello se observa en la Guaranducha Cozumeleña. Comparsa que durante los días de carnaval alegra a sus participantes y a los espectadores. Expresión de origen cubano, alude a la vida de los esclavos y a sucesos políticos de la localidad.    

Actualmente, la cumbia colombiana y la salsa, han dotado de identidad esta tradición, que emplea un guion teatral y alterna baile, música y cantos en coro. Aunque todos los atuendos pueden llevar cascabeles, participan diversos personajes cuya indumentaria posee características particulares de acuerdo al rol que se actúa. 

Dejo este enlace, para que veas un ejemplo del baile: https://www.youtube.com/watch?v=yrrwXqrUDB0

Guaranducha Cozumeleña
Tomada del Blog FPMCQROO/PRENSA


¿Recuerdas que mencioné a los chicleros en una entrada anterior? Bueno, dicha pieza es una versión del calipso Brown Skin Girl de Norman Span, músico de Trinidad y Tobago. La población quintanarroense comenzó a apropiarse de este ritmo en las primeras décadas del siglo XX. Otros ejemplos son Mi linda Leonor, El Naranjero y la Turraya. 

Al estilo Chetumal. Roque Ososrio Ac, Rafael Romero Poot y Orlando Cuevas Domínguez, se dieron a la tarea de documentar "la evolución y práctica de los ritmos afrocaribeños en el sur de Quintana Roo" (Rosado, 2013); así, se revitalizaron los bailes mencionados a continuación, los cuales, han ganado popularidad entre los diversos grupos dedicados a la danza: 
  • Popurrí número 2: Kelelé, La avispa, Fuego-fuego y Duwananny. 
  • El Aki yaka. 
  • El Chiclerito.
  • Mi linda Leonor.
  • La Turraya.
Como señala Rosado (2013), el investigador Roque Osorio considera que el soca, el reggae y el punta, también son quintanarroenses, pues fueron elegidos por los habitantes del sur "para adicionarlos a la cultura mestiza peninsular". 

Deléitate con esta pieza musical: https://www.youtube.com/watch?v=IUDjeqqUnsg

Fuentes: 
  1. Rosado Castro, María L. (2013). El Patrimonio Dancístico de Quintana Roo. Cancún, Quintana Roo: Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A. C. Delegación Quintana Roo.

Bailes del Sur de Quintana Roo

 Si bien los bailes costumbristas son cada vez más conocidos y reconocidos por la comunidad del estado, existe un repertorio que paulatinamente va ganando apreciación y se trata de los Bailes del Sur. 

En la década del setenta, recuperando "antiguas jaranas peninsulares y melodías de origen beliceño" (Rosado, 2013); el bailador e instructor de danza folclórica Manuel Jesús Baeza Blanco, solicita al maestro José Múñiz Cohuó fortalecer tales melodías con los arreglos musicales pertinentes. 

Hijo de padres chetumaleños, su familia ha conservado diversas tradiciones (entre sus registros se encuentran: novenarios a San Isidro Labrador, al Señor de Esquipulas, mestizadas, procesiones y ritmos beliceños, entre otros). 

Desde su infancia, participó en diversos eventos y actividades artísticas y culturales, alrededor de 1974, su trabajo le permitía promover y organizar eventos culturales. "Su trabajo fue reconocido por el entonces gobernador del territorio, Lic. David Gustavo Gutiérrez Ruíz, quien le otorga una beca para viajar a la Ciudad de México e inscribirse en la Academia de la Danza Mexicana" Rosado, 2013.

Lo anterior, propicia que el maestro Baeza, tenga la oportunidad de realizar trabajos de investigación de campo y documental, en la ciudad de Chetumal.    

En sus recreaciones, se aprecian pasos sencillos pues es así como bailaba la gente que participaba en los novenarios. 

De las memorias de diversos personajes, documentó los siguientes bailes y danzas:

  • La Morena
  • Mi chinita
  • Linda Mestiza
  • Toro aldeano
  • Toro Pichito
  • Son Tunante
  • La Suegra
  • Inditos
  • Cintas
  • El Trigal
La indumentaria, fue creada por el maestro Baeza, inspirado por fotografías de sus familiares:

Miembros del IIDDMAC Delegación Quintana Roo

Fuentes: 
  1. Rosado Castro, María L. (2013). El Patrimonio Dancístico de Quintana Roo. Cancún, Quintana Roo: Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A. C. Delegación Quintana Roo.

miércoles, 25 de agosto de 2021

Decreto sobre el Patrimonio Dancístico de Quintana Roo

En 1986, se funda la Delegación Quintana Roo del Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana AC y a partir de 1990, el Comité Delegacional realiza diversas gestiones que en colaboración con el Instituto Quintanarroense de la Cultura, permiten convocar a dos "Foros para la Documentación, Investigación y Difusión de las Danzas y Bailes Quintanarroenses". 

Tras arduos trabajos, llevados a cabo en la Casa Internacional del Escritor, contando con la participación de más  de 70 maestros, artistas, promotores, investigadores e interesados en el tema; se alcanzaron los primeros registros en materia de las danzas y bailes de Quintana Roo. 

En mayo de 2011, en un trabajo coordinado por María L. Rosado, con el respaldo de la Secretaría de Cultura del Estado, se congregó una vez más a las personalidades pertinentes para homologar el repertorio costumbrista y el traje representativo de la entidad, además, se elaboró un inventario de las expresiones dancísticas provenientes de los pueblos indígenas y mestizos que alguna vez habitaron el territorio. 

En 2012, finalmente es publicado el DECRETO POR EL QUE SE EMITE LA DECLARATORIA QUE DETERMINA COMO PATRIMONIO CULTURAL EL REPERTORIO DANCÍSTICO DEL ESTADO DE QUINTANA ROO. 

En el documento, se describe con detalle, entre otros aspectos, el Traje Oficial, del cual, dejo un enlace a su descripción: 

https://www.bafqroo.com/acerca-de

Integrante del Taller de Danza Folclórica de la
Casa de la Cultura de Cancún. Octubre 2021

Recuerda, que también la música, el baile y la indumentaria, de los Chicleros y de la Chetumaleña, son parte del Patrimonio Dancístico del Estado. 

Inspirado en las labores que se hacían
en los campamentos chicleros. 

 









Inspirado en figurillas mayas prehispánicas, mostrando
el Mascarón de Kohunlich al frente y al Dios
Descendente Ah Muken Kaab, en la parte posterior.






















Fuentes: 
  1. Rosado Castro, María L. (2013). El Patrimonio Dancístico de Quintana Roo. Cancún, Quintana Roo: Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A. C. Delegación Quintana Roo.

Bailes costumbristas

"Creados cuando Quintana Roo era territorio; son producto del intercambio cultural entre los navegantes de orígenes distintos que desembarcaron en estas costas, y la escasa población local, dando como resultado una nueva identidad: la quintanarroense" (Rosado, 2013). 

La época en la que administró el Gral. Rafael E. Melgar (1935 - 1940), tuvo como característica la consolidación de diversos símbolos de identidad; él, tuvo la "visión de dotar al territorio de una imagen propia que resaltara las virtudes artísticas y la herencia cultural de los residentes" (Rosado, 2013). 

Durante este periodo, fue destacado el auge de los encuentros culturales y los festivales artísticos, especialmente en Chetumal y el Patrimonio dancístico de Quintana Roo, ha sido tejido a partir de las historias de la población que tuvo a bien presenciar y/o participar en aquellas actividades artísticas y culturales. 

Mujeres que en juventud fueron llamadas para ser "Chetumaleñas", hombres y mujeres, que ahora son abuelos, tarareando las piezas musicales que recuerdan de aquella época (una de ellas es la hoy conocida Jarana Quintana Roo); recuerdos de trajes, vestidos, blusas y faldas, que ocuparon en esos primeros encuentros. Y por cierto, las fuentes de tradición oral comienzan a ser escasas y es de vital importancia salvaguardar los testimonios que dan fe de nuestro patrimonio cultural.

Diversas propuestas para el Traje de Quintana Roo

Promover la existencia del territorio, implicó participar en eventos a nivel nacional y recibir distinguidos invitados, por lo que fue necesario crear números que representaran la esencia cultural del territorio.     

En este tiempo, aparecen los promotores e investigadores de los bailes costumbristas de Quintana Roo; los ritmos que emplearon combinan la jarana peninsular con influencia afrocaribeña, pues el calipso, en sus diversas formas (cadence, spouge, may pole y bruckdown), se escuchaban y bailaban en las distintas comparsas de los carnavales de la región. 

Hacia finales del siglo XX, surgen los bailes mestizos (o regionales), que agrupan los bailes sincréticos (indígena - hispano), de salón y criollos con influencia afrocaribeña. 

Este repertorio lo integran las siguientes piezas:

1. Procesión
2. Baile de cabeza de cochino
3. Fandango
4. Jarana Quintana Roo
5. Popurrí o Son Torito
6. Baile de un pie
7. Pasacalles
8. Calabaceado
9. Chicleros
10. Dzambay Macho

Al Maestro Xavier Antonio del Castillo Hernández, se le atribuye la creación y recreación de: Pasacalles, Fandango, Dzabay Macho y Chicleros. Le apodaban "el brujo de la danza", pues hacía bailar a personas identificadas como arrítmicas. 

La ribera del Río Hondo, Cozumel, las calles, parques y barrios de Chetumal, fueron parte de sus recorridos, donde se dio a la tarea de escuchar y registrar, para preparar tres cuadros: prehispánico, mestizo y carnaval, con la mayor ética posible. 

Al Maestro Hipolito Basilio Gómez, se le atribuye la creación y recreación de: Jarana Quintana Roo, Calabaceado, Baile de un pie y Popurrí (Son Torito).  Al poco tiempo de su llegada a Quintana Roo, inicia recorridos por diversas zonas para realizar su trabajo de investigación sobre la música, danzas y vestuario. 

En esa época, la Banda de Música del territorio estaba dirigida por el Maestro Manuel Napoleón Ortíz con la asistencia intelectual del Maestro José Muñiz Cohuó, quien guardaba material musical de lo que se bailaba en los campos chicleros durante los ratos de esparcimiento. En agosto de 1973, elabora las partituras de Chicleros, Jarana Quintana Roo, Calabaceado, Baile de un pie y Popurrí. 

Quintana Roo, es declarado Estado Libre y Soberano el 08 de octubre de 1974, en los festejos, no tardaron en aparecer estas muestras más que artísticas, culturales.  

Fotografía tomada del Blog de Luis Arturo Vega donde aparece el Maestro Muñiz Cohuó:
https://luisarturovega.blogspot.com/2014/06/banda-iris-patrimonio-cultural-de.html?showComment=1629904236292#c8904066830832180383

Aquí te dejo el enlace para que veas la maravillosa participación del Ballet Folclórico de Quintana Roo del Instituto de Cultura y las Artes en el Festival Nacional "Culturas de México" en el marco del 209 aniversario del inicio de la guerra de Independencia que dio origen a la nación mexicana:
https://www.youtube.com/watch?v=4a3h8ihuEEg&t=391s

Fuentes: 
  1. Rosado Castro, María L. (2013). El Patrimonio Dancístico de Quintana Roo. Cancún, Quintana Roo: Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A. C. Delegación Quintana Roo.

lunes, 17 de agosto de 2020

Danza "Cabeza de Cochino" (Pol k'eek'en)

En algunas comunidades indígenas y mestizas de la península de Yucatán, se ejecuta esta danza en un baile colectivo que en general, tiene un simbolismo ritual. 
En Quintana Roo, esta danza se conserva con singular aprecio y puede observarse en las fiestas patronales, principalmente en las dedicadas a la Santa Cruz. 

Previo a las procesiones, los participantes preparan su atuendo, cocinan y decoran sus cabezas de cochino y "las alegorías". 

En algunas iglesias de Cancún, he observado que los agremiados se reúnen fuera de ellas, mientras los músicos les esperan al interior del patio central. Una vez que dan el aviso de iniciar, el gremio entra jubiloso cargando en una charola la cabeza de cochino decorada con banderas de papel y listones de diversos colores. Las familias lo hacen en cumplimiento de una "promesa", ejecutando primero la melodía con el mismo nombre, después diversas jaranas y usualmente se culmina con el son "Torito".

En la modernidad, algunas iglesias hacen algún tipo de kermés durante la festividad u organizan alguna cena y vaquería para complementar.    


En este enlace podrás escuchar claramente la pieza musical y deleitarte la pupila con el colorido de la celebración https://www.youtube.com/watch?v=F4EDlsyzEnE

Fuentes: 
  1. Rosado Castro, María L. (2013). El Patrimonio Dancístico de Quintana Roo. Cancún, Quintana Roo: Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A. C. Delegación Quintana Roo.

Jarana Peninsular

 


Es el nombre con el que se reconocen la música y los bailes de la península de Yucatán. Surge en el siglo XVIII al fusionarse ritmos ibéricos con los sones indígenas mayas. 

Existen jaranas en compás musical de seis octavos 6/8 y otras en compás de 3/4. Las primeras, nietas de los aires andaluces, de vivo movimiento; las segundas, nacidas para ser valseadas, tienen aires de la jota aragonesa. 

La orquesta jaranera y la charanga, son los grupos encargados de ejecutarla. Saxofones, trompetas, güiros, flautas, clarinetes, bombo y timbales; son algunos de los instrumentos que se utilizan para interpretarla. 

El baile suele ser en pareja y consiste en un zapateado igual para hombres y mujeres. Cada bailador pone su creatividad y habilidad para mezclar diversos pasos y movimientos. 

"Los pasos combinan golpes o pisadas de metatarso y talón, así como elevaciones y cruces de piernas en distintos sentidos, los bailadores realizan giros entre sí y desplazamientos. Imitan el sonido de las castañuelas españolas al chasquear los dedos de las manos y con ello van marcando el ritmo de la pieza que están bailando" (Rosado, 2013). 

En cuanto a la indumentaria, la mujer utiliza el terno, rebozo, zapatos de tacón blancos y joyería de filigrana. Peinetas, flores y un moño de listón "cinta de agua", complementan su atuendo. El hombre, viste de color blanco, pantalón y camisa tipo filipina decorada con alforzas; calza alpargatas (sandalias de tacón alto, blancas, con adornos dorados o plateados). Usan paliacate y sombrero. 

La vaquería, que surge en las haciendas de la península durante la época colonial, es una remembranza de los fandangos españoles de mitad del siglo XX. 

En Quintana Roo, las vaquerías se hacen presentes en sus ciudades turísticas y no sólo la practican los peninsulares, sino que los migrantes establecidos aquí, han aprendido a bailar la jarana y la han adoptado como parte de sus tradiciones.  

Fuentes: 
  1. Rosado Castro, María L. (2013). El Patrimonio Dancístico de Quintana Roo. Cancún, Quintana Roo: Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A. C. Delegación Quintana Roo.

Jaraneros en Cancún

  Quintana Roo suena a ritmos indígenas mayas, a ritmos caribeños y a ritmos mestizos; ¡Quintana Roo también suena a jarana! Si bien puede...